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¡Quememos los libros de Paulo!

NO PIERDAS EL tiempo te dice todo el mundo en todos lados. Orden, debes tener orden, dicen. Orden, siempre orden, y perder el tiempo es falta de orden. Y tanto nos impacta el hecho de perder el tiempo, y más aun por la falta de orden, que acabamos acojonados y con sentimiento de culpa; y en mi caso hay algo que hace que se me remuevan las vísceras, por lo que termino buscando en las fuentes de la sabiduría que me ayude a controlar ese resquemor. Acudo a los libros, pero siempre acabo con los [libros] de autoayuda, y de ahí llego a los libros de Paulo Coelho, que son lo «más mejor» de esas cuestiones, según mucha gente que me aconseja. Así de grave es el tema. Y yo estoy jodido, no solo por buscar ayuda en esos los libros sino, también, porque soy despistado.

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El gran proceso creativo, aplicaciones sexuales

Un amigo me contó que los grandes genios de las artes tuvieron sus momentos más creativos cuando estaban solteros. “Y eso”, pregunté. “Porque siendo buenos en lo que hacían, era su forma de mostrarse a la plaza.” “¿Mostrarse a la plaza…?”, pregunté de nuevo. “Sí, mostrarse a la plaza, al mundo y, principalmente, a quien se quieren tirar”, contestó. Así pues, podríamos decir que los momentos de creatividad están impulsados (que no originados) por la necesidad de ligar.

No podemos negar que ligar, el hecho de acercarse a alguien para establecer un sofisticado intercambio de cargas eléctricas y tensión, requiere mucho de creativo. Tanto es así que es una habilidad que hay que aprender, que por desgracia no se enseña en los primeros años de vida y que se echa ya en falta en el primer año de primaria, primer momento en el que nos damos cuenta de que ya lo necesitamos ―¿o ahora van a negar que no se enamoraron de su profesora de primero o del coordinador de los maestros?―. Y no entiendo por qué. Si se nos enseña a ir al baño para utilizar el inodoro apenas aprendemos a caminar, por qué no se nos enseña a acercarnos al objeto de nuestros deseos. Y aquí hay un hecho importante, esto se aprende. Sí, se puede aprender a ligar. Mientras estoy revisando estas ideas para contároslas leo un párrafo en el muro de un Édgar Adrián Mora ―un gran escritor y mejor lector― que es de una novela que recién se ha publicado:

 

Publicado en Revista VozEd. Para seguir leyendo > http://www.vozed.org/2013/02/el-gran-proceso-creativo-aplicaciones-sexuales/

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Sexo, con alcohol y rock: artilugios para una fuga

Mi colaboración en VozEd para la edición (5.02) Sexo, alcohol y rock

Hace poco tiempo escribí un cuento que habla de los traumas de un escritor y, aunque no es biográfico, hice una confesión que nunca había hecho: confesé querer ser escritor para tener admiradoras, para luego, pasar al sexo. Ahora que en VozEd hablamos de sexo, alcohol y rock pensaba dar rienda suelta a mis historias – mis amigos dicen que son divertidas aunque casi en todas salgo mal parado – pero hay un tema asociado que no me deja en paz. Dicen los que me rodean, que en la vida no solo hay diversión y sexo, sino que hay que madurar. Eso me dicen.